viernes, marzo 19, 2010

Sweet twenty

16 de Mayo (mañana) de 1995

-Ella se aproxima, en tres minutos estará aquí, sentada. Tratará de cojerme la mano, de hacer que la mire una vez más. Pero yo me levantaré y sin dar explicación alguna me iré, saldré por la puerta y me iré sin rumbo ni dirección fija. Hay entras tú, que la pararás sujetándola levemente por el brazo, harás que se siente y la mirarás a los ojos, sin miedo de que tu corazón se rompa en pedazos al contrario que yo.
Esperarás unos minutos, trece aproximadamente, sin darle ninguna explicación mientras ella comenzará a llorar y bajará la mirada al suelo, arrepentida. Entonces, cuando yo ya esté lo bastante lejos como para que mi cabeza no me pida volver a gritos, tú comenzarás a hablar, midiendo cada palabra que abandone tu boca como ya lo hemos planeado; le dirás que la vi con él, observé cada uno de sus besos, mordiscos, abrazos y también le dirás como cada "te quiero" que le dedicaba él y ella no contestaba me dejaba sin una parte más de mi ser. Para acabar, le dirás que nunca había querido tanto a nadie, y que la amaré para siempre.
Ella comenzará a llorar a gritos, pidiendo perdón mientras tú te mantienes frío y distante, te pedí que la abrazases y consolases pero se que no lo harás. Te mantendrás lejos de ella, odiando casi su tacto.
A veces te envidio por poder hacer eso, yo nunca podría odiarla y nunca podría negarle un abrazo. Tal vez por eso eres tú quien está hablando con ella y no yo. O tal vez a mi ya no me queden fuerzas.
Te levantarás del asiento, irás a pagar mientras ella se va calmando poco a poco y su cerebro activándose y pensando el modo de conseguir mi perdón. Cojerás las llaves de tu coche y la mirarás, con un poco más de compasión al ver sus ojos azules tan dañados por las lágrimas, y la ayudarás a levantarse, a caminar hacia la salida y hacia tu coche, hasta su casa. Nuestra casa.
Y por último, me mandarás un mensaje, donde me dirás que todo lo que he dicho, desde el principio al fin se ha cumplido.

Matt Vearncombe miró su teléfono y releyó aquel mensaje que solo contenía tres palabras, las jutas para saber que todo, una vez más, había ido como él lo esperaba. Desde hacía horas la canción no paraba de sonar, y él no hacía más que preguntarse si lo seguiría haciendo a medianoche, pero de momento, solo quería una ducha caliente.

1 comentario:

  1. O.O es muy... melancólico
    con cada palabra te vas superando
    aun así es muy emotivo TToTT quiero
    leer más *_______* por favoooooor

    ResponderEliminar