jueves, diciembre 30, 2010

Sweet December

Se acaba el año. Otro que despido por aquí y otro más sin ganas de pros ni contras, solo... con algunas cosas parecidas. Amigos se han ido, otros han permanecido, vino la primeravera, el verano, el otoño y volvió el frío invierno. Han pasado cuatro estaciones ya, y por primera vez he pasado esas cuatro estaciones y más de trescientos sesenta y cinco días con alguien. Es curioso como el tiempo vuela cuando uno tiene algo que le hace olvidar la hora, el día o incluso el año que es.
Supongo que ese algo podría ser fruto de mi deseo durante el fin de año pasado, pero simplemente prefiero pensar que sigue a mi lado por un esfuerzo y una lucha, un amor que ha sobrevivido por encima de todo.
Ahora mismo, cuando subía en el ascensor, me pregunta que pediré este año, que pediré al destino o al azar, o más bien, que intentaré llevar a cabo. Aunque con seguridad no será muy diferente a mi deseo del año pasado.
No sé que más decir, solo que se acaba, un año más, en el cual han pasado tantas cosas que podría escribir un libro. Menos mal que un día dije que no me gustaban los cambios, en especial los que duelen, pero si, son inevitables.
Escribir esto me ha ayudado a calentarme las manos del frío Diciembre pero no ha podido impedir que siguan temblorosas, no hasta que ella y su cálida presencia irrumpan en mi.

Bu!

martes, diciembre 07, 2010

Un adiós con honores.

No tengo nada que escribir aquí, lo siento, pero todo pasa. Hoy he aprendido algo, por mucho que las cosas me puedan doler, acaban pasando. Y yo no escribo aquí más que estupidos sentimientos pasajeros que después leo y digo: ¡Ala, pero que tonto! Si tú eres muy feliz.
Sinceramente, prefiero guardarme mis pensamientos (como los que ahora me rodean) para mi. Y si alguien los quiere, si, ahí estoy, ya sabeis de sobra donde. Llamarme gilipollas, inmaduro o lo que sea, pero mi inspiración, la que tenía para escribir historias más allá de mis sentimientos voló hace ya casi un año, y he perdido hace mucho la esperanza de que vuelva.
Asi que... bueno, se acabó. Yo simplemente quiero descansar, dormir,cerrar los ojos y pensar en que todo se solucionará, para bien opara mal. Lo hará.
Las personas se arrepienten de lo que hacen, y yo sinceramente me arrepiento de lo que he hecho con dos o tres personas, pero no más. Las demás... allá ellas si quieren cambiar o no, elos saben en que tienen que hacerlo o no.
No voy a cerrar esto, al menos por ahora, solo lo dejo asi. Ahora me voy a dormir, con la conciencia mucho más tranquila ahora que con todas las mierdas de: estoy triste, buah, buah, que tenía antes... ahora solo quiero dormir, y esperar que mañana sea mejor.

¡Buenas noches! Y por si no volvemos a vernos... buenos días, buenas tardes y buenas noches.

sábado, diciembre 04, 2010

II

Supongo que era demasiado. Algo demasiado... diferente. Vivir sin esperas, sin miedo, solo vivir en un mundo disfrutando a cada paso que das. Era demasiado grande para ser real y en cierto modo sabía que poco a poco aquello estaba degenerando.
¿Y ahora qué? Se había quedado a los pies de un sueño, tocándolo, abrazándolo y casi saboreándolo. Pero ahora mismo no tenía que hacer, solo mirar el techo, amarillento del humo, y pensar que demonios podía hacer para mejorar su situación.
¿Y sinceramente... podía o estaba en sus manos cambiar algo?
No.
Aquella maldita pregunta y su consecuente respuesta se le clavaban en el pecho y la mente con lacerante dolor, nada, nada en su puto mundo dependía ya de él. Todo tomaba sus riendas y él se quedaba con su amarillento techo, sin frío ya, sin sed ni hambre.
Se sentía alejado de la realidad y, por el contrario, dolorida por la que estaba viviendo. Su ironía destrozaba sus sentidos y su mente... deseaba estar apagada.
Todo y nada.
Podía no ser para tanto, pero ahora mismo, no podía evadir lo que sentía.




I need friend, oh, I need a friend to make me happy, not so alone.

And... I'm sorry darling, but tonight I can't... it's easy, this song makes me cry.

Bittersweet

Lo siento Insignificante pero esta noche te has quedado solo.

Game over.

Una noche en la que estar aquí (¿Para qué o para quién estarlo?) es algo tan inecesario como tu mera presencia. (Si, supongo que uno mismo se busca lo que tiene, y mi palpitante nudo en la garganta me lo demuestra)

Buenas noches, tristeza.

viernes, diciembre 03, 2010

Sweet December

El miedo se apoderaba, una vez más, de sus ya cansados huesecillos. Diciembre había llegado marcado por un poderoso frío solo caldeable con el tacto suave de sus mejillas o sus manos, pero mientras que ella no estaba, el frío se apoderaba de él, de sus manos, de sus piernas y de su cara, la cual se ponía roja.
Ahora mismo no tenía fuerza, solo un profundo dolor que narcotizaba su boca. Maldito dolor de muelas. Se le habían evaporado hasta las ilusiones, aunque él, consciente de que el dolor se iría y todo volvería a ser normal no se preocupaba demasiado y únicamente se limitaba a escuchar una triste melodía sombría en sus oidos y a disfrutar de un olor dulzón y casi empalagoso que le llegaba de la cocina.
Todo es tan... frágil. Como un zapatito de cristal, pero ella era aquel zapatito que volvía cada noche diferente. Tenía su toque, su fragilidad, su esencia, en resumen: su magia.


Hello, December (Welcome, cold hands)