miércoles, junio 30, 2010

Sweet thirty-one

Oh, dolor, te echaba de menos... sabía que algún día volverías, lo que no pensé es que me dejarías tan inutil como si estuviese paralizada.
-¿Me voy?- No.
- ¿Me quedo?-¿Para que?.
-¿Lloro?-No puedes.
Era menos doloroso aquella vez, cuando se vive de sueños todo es menos doloroso... supongo que lo peor es enfrentarse a la realidad, ver que no puedes hacer nada de nada porque todo tiene un pequeño matiz, un pequeño toque que se clava en tu corazón como una daga ardiente. Miles de situaciones que corren por tu cabeza, y lamentablemente solo se pasan los buenos. Oh si, no puedes parar de llorar, hay que ser estúpido ¿eh? No, se llama insignificancia.

domingo, junio 06, 2010

Sweet thirty

A veces no podía evitar que todo tomase un matiz de color grisáceo, un poco más blanco y negro, un poco menos de sentido.

A veces se moría por tocar alguna de aquellas grises superficieses para volverse gris él también, tal vez entonces y solo entonces él se volviese un ser melancólico por completo, siempre acompañado de aquel sentimiento que le hacía sentirse insignificante.

Era como una pequeña gota de lluvia, dificil de impedir que callase al suelo por la velocidad con la que cae, e imposible de salvar o recojer cuando ya estaba en él. Su vida a veces parecía un día gris con lluvia, todo era tan melancólico, y sus sentimientos, se deslizaban por los cuerpos, las manos o el aire hasta llegar al suelo, donde se estrellaban sin piedad alguna.

Recordad que en los días de lluvía su alma estaba siendo destrozada, y él se sentía como un payaso, un autentico comediante en una función sin público. Al menos, recordadle.