domingo, febrero 28, 2010

Sweet eleven

3 November

Tal vez la finalidad de escribir esto la perdí hace dieciseis minutos, en ese preciso instante que todas las palabras bonitas que tenía para ella volaron.

¿Cuales serían? Sus ojos se las llevaron lejos de mi. Ahora ya no quedan palabras, queda algo que no se puede escribir, que ya ni si quiera son palabras pronunciables.

Hace dieciseis minutos se quedó en mi corazón para no volver a dejarlo, para innudarlo de dulce por todas partes.

Sweet sixteen, i love you.

miércoles, febrero 24, 2010

Sweet ten

3
Cigarro. Brasa. Quema. Duele. Escuece. Saliva. Sigue. Grito. Llora. Música. Calma. Beso. Solución. Sonrisa. Beso. Observar. Reir. Abrazo. Curado. Mirada. Afecto.
4
Bocadillo. Sonrisa. Trocitos. Parchís. Rojo. Azul. Amarillo. Verde. Dado. Ganar. Perder. Alegría. Enfado. Sonrisa.Cadenita. Regalo. Mirada. Pena. Sonrisa
5

Vacío. Dolor. Vacío. Días. Vacío. Dolor. Pena. Dolor. Pena. Vacío. Pena. Dolor. Fondo. Intentar. Lágrimas. Heridas. Amor. Recuerdos. Siempre.Doce.

Tal vez la haya echado de menos un poco. 231098.

martes, febrero 23, 2010

Sweet nine

Silencio. Ni un solo ruido podía molestarle, solo sentía el silencio, pero hasta el silencio hacía ruido. Le apretó un poquitó más la mano para ver si se había dormido y ella le devolvió el apretón, seguía despierta.

La música sonaba de fondo. Give rise to passion the only glory of this human story. Estiró el brazo izquierdo y sacó un cigarrillo del paquete que tenía en el suelo junto a la cama, con una mano a tientas buscó también el mechero y lo encendió. Ahora sentía el sonido del humo abandonando su boca, rozando sus labios al igual que los labios de ella lo habían echo antes.

Miró en la oscuridad y vio la llama roja de su cigarro, consumiendose poco a poco, quemandose en espiral. We spend all of our lives goin' out of our minds looking back to our birth, forward to our demise. Se movió un poco en la cama despegando su cuerpo sudoroso de las sábanas, y metió lo que quedaba del cigarro en una botella de agua que había también en el suelo.

El ambiente de aquella habitación cerrada estaba cargado de humo, en el suelo si no tenías cuidado podrías pisar una o dos botellas vacías y aquel olor a ella que envolvía el aire le traía loco desde hacía horas. Who put the flower in the barrel of that gun? Le dio un beso en los labios, corto y descuidado pero cariñoso. Volvió a su sitio y ella le abrazó, se mirarón unos segundos y se volvieron a besar, durante más y más horas.

I give my heart and soul to the one.

She makes me crazy, i love she, i only dream with she, where is she, and why aren't here with me?

viernes, febrero 19, 2010

Sweet eight


Sus labios, tan cálidos y a la vez tan fríos, habían logrado producir en él un calor que no dolía y, al mismo tiempo, un escalofrío en un cuerpo ya de por si helado.





You can see my heart beating...


for you.

domingo, febrero 14, 2010

Sweet seven

16 de Mayo (noche) de 1995

Se dio la vuelta y sintió el chorro de agua ardiendo en su espalda, suspiró y entrelazó las manos en su cuello, dejando que ellas también se empapasen. Sintió el móvil sonando lejos, y sabía quien llamaba, aquella maldita canción solo sonaba cuando le llamaba ella.
Se quedó en aquella misma posición durante unos minutos, luego volvio a dejar que el agua descendiese por su pecho mientras abría la boca lentamente.
El agua entró en su boca, ardiendo, quemándole e insensibilizando su lengua. La mantuvo en la boca hasta que se obligó a tragarla. Seguramente aquel sabor era repugnante, pero no le importaba, tampoco se paró a pensarlo. Salió de la ducha y se secó sin muchas ganas, se puso los pantalones, la camiseta y después la chaqueta. Una toalla en el pelo por unos instantes y atar fuerte los cordones... a los pocos minutos ya estaba en la calle. Se había atado los zapatos demasiado fuerte, le dolían un poco los pies al caminar, le hacía sentirse vivo a cada paso que daba.

No sabía que hora era, tal vez las tres o las cuatro de la mañana, no había casi nadie en la calle y el termómetro de la calle indicaba cuatro grados. Un hombre pasó a su lado y le miró extrañado, casi no llevaba ropa y tal vez especialmente le miraba de ese modo porque el telefono no dejaba de sonar en su bolsillo. Parecía preguntarle con la mirada porque no respondía al teléfono, o al menos cortaba la llamada. Pero él se dedicó a mirarle con sus ojos azules fijos en aquel hombre, mientras escuchaba su canción.

Llegó a la playa, allí reinaba la paz, no había absolutamente nadie, solo él, la música y el sonido de las olas que se podía oir cada vez que pasaban esos cortos minutos entre llamada y llamada. Se acercó al paseo de hormigón junto a la arena y lo recorrió entero, cuando llego al final cogió el teléfono y lo miró. Llamada entrante. Ella. Abrió el teléfono y lo acercó al oido, escuchó su voz... cerró los ojos.

-¿Donde demonios estás?, por favor vuelve, te echo de menos. No se porqué hice eso... realmente lo siento, solo quiero estar contigo, vuelve por favor, no puedo vivir sin ti, eres mi vida, el amor de mi vida, te echo de menos... por favor... no me dejes sola ahora...

-Te amo.

Cortó la llamada y miró el teléfono, eran las tres y cincuenta y tres minutos de la madrugada. Después empleó la fuerza que le quedaba en lanzar el móvil, cogió impulso y lo lanzó. Suspiró y una lágrima cayó por su mejilla, después sintió el seco ruido de una especie de piedra entrando en el agua.

Volvió atrás en sus pasos y dejó el paseo de hormigón para adentrarse en la arena, cada vez le dolían más los pies, seguramente estaría sangrando. Siguió caminando y se quedo junto al agua, la pisó, sintió como la suela de sus pies se hundía en arena mojada y poco a poco se iba calando su zapato. Dio otro paso, un poco más dentro, sintió un escalofrío, el agua estaba helada, podía sentir como todo su cuerpo temblaba y estaba a punto de caer al suelo.
Siguió avanzando más adentro, llegó a mojarse sus manos, sentía como sus piernas ya casi no podían mover su peso, y se dejó llevar, se puso a nadar, sin mucha idea, prácticamente dejandose llevar mar adentro.
Cuando trató de tocar el suelo el fondo ya estaba demasiado lejos de sus pies, y estos, con los zapatos llenos de agua, le arrastrraban hacia allí. Lo aceptó, y con una sonrisa dejó a su cuerpo libre, hundiendose varios metros hacia abajo. Abrió la boca buscando oxígeno y no lo encontró, agua y más agua. Agua que se clavaba en sus pulmones como dagas afiladas, agua del color de sus ojos. Cerró los ojos y probó a dejar su cuerpo libre, por primera vez, lo consiguió.

sábado, febrero 13, 2010

Sweet six


Wonderful Life es un single de la banda británica Black, del disco homónimo. 1985 fue un año especialmente melancólico para el cantante de Black, Colin Vearncombe, causando que éste escribiera una canción clave, irónicamente titulada Wonderful Life (traducido: Vida Maravillosa).

No need to laugh and cry.

lunes, febrero 08, 2010

Sweet five


-Mira, el cielo es azul.
Ayer, tu me dijiste que el cielo era azul.

Lo miré, me senté y después me eché en la hierba, sin dejar de contemplarlo. Era tan hermoso, las nubes blancas se movian a una velocidad asombrosa, con miles de formas diferentes cada cual más divertida. Probé a decirte tal vez durante horas a que me recordaban esas formas, lo más sorprendente es que coincidiamos en la mayoría, puede que sin darte cuenta tú misma me diste fuerzas para cojerte la mano.

No te miraba a los ojos, el cielo azul me lo impedía, me llamaba, me decía que si lo seguía contemplando ese momento jamás terminaría. Tú por el contrario si me miraste, pero decías que el cielo se reflejaba en mis ojos, que no hacía falta mirarlo para verlo.
Te pregunté que hora era, y me dijiste que casualmente tu reloj se había parado.

¿No llevabamos allí cientos de horas?

El cielo nunca dejaba de ser azul, hoy seguimos mirando el cielo azul, o tal vez ya sea mañana...


domingo, febrero 07, 2010

Sweet four



-¡Mama, mama!, ¿Que hay dentro de un reloj?

-Dentro de un reloj hay maquinarias y pequeños engranajes que se mueven, y nos dicen la hora que es.

-¿Es tan simple como eso?

-Miden el tiempo, nos controlan, regulan nuestra vida, nuestros horarios...

-¿Y... y... entonces no nos roban la libertad?

-Nos enseñan que la libertad es un sueño, al igual que el parar el tiempo.

-¿Se puede hacer eso?, ¿Se puede?

-Todo es posible. Es posible parar el tiempo en un beso, es posible ser libre en el mundo.



Youarethelightthat'sleadingmetotheplacewhereIfindpeaceagain.

Sweet three

Dolor de cabeza combinado con una frialdad casi glaciar en su mente, no podía explicar eso. Tampoco quería pensarlo. Le hubiese gustado poder estar paseando, por la calle a estas horas, tal vez con un poco más calor para solo necesitar una fina camiseta, como en verano.
Le hubiese gustado acercarse a un puente y subir, pero tenía como condición que ese puente estuvese sobre agua, no sobre una carreta ni vias del tren ni nada similar, bajo él tenía que haber agua, y estar lloviendo, ¡Si, eso era! Necesitaba lluvia, lluvia fría haciendo calor, pequeñas gotitas dandole en los brazos descubiertos y rebotando en el agua. Mirar al cielo y sentir esas gotitas en su cara, que le impidiesen abrir los ojos. Y quedarse allí sin más durante horas y horas, sin abrir los ojos, sin cerrar su boca, sin dejar de sentir gotas en su piel para recordarle que estaba vivo.
Y tenía que ser un atardecer precioso, para que él no pudiese verlo. Silencio total.

Exigencias.mentalidad infantil, estupidez y pizcas de ironía barata.

miércoles, febrero 03, 2010

Sweet two

Tal vez lo difícil esta vez sea no enamorarme de ti...
Tal vez tu seas la pizca de decisión que me faltaba para darle al "Si" de una vez por todas.
Tal vez... tal vez seas .


Es increible la cantidad de cosas únicas que uno se puede encontrar si va solo por la calle: gente que grita desde un tercero a su vecina del primero, hombres que juegan con sus hijos en los toboganes del parque, perros que se divierten ladrandose a distancia... Sin duda era divertido aquello, salir a la calle sin más expectativa que ver lo que le rodeaba. Tal vez aquel maldito libro de filosofía le había comido ya el coco demasiado, pero le había dado un pasatiempo nuevo.

Después en la ducha, agua ardiendo para contrastar el frío de la calle, se le agolpaban miles de anecdotas, ya no solo de ese día, si no de toooda su vida. Últimamente su mente parecía un pozo sin fondo para sus recuerdos. La mayoría le producian una sonrisa nostalgica.