domingo, febrero 07, 2010

Sweet three

Dolor de cabeza combinado con una frialdad casi glaciar en su mente, no podía explicar eso. Tampoco quería pensarlo. Le hubiese gustado poder estar paseando, por la calle a estas horas, tal vez con un poco más calor para solo necesitar una fina camiseta, como en verano.
Le hubiese gustado acercarse a un puente y subir, pero tenía como condición que ese puente estuvese sobre agua, no sobre una carreta ni vias del tren ni nada similar, bajo él tenía que haber agua, y estar lloviendo, ¡Si, eso era! Necesitaba lluvia, lluvia fría haciendo calor, pequeñas gotitas dandole en los brazos descubiertos y rebotando en el agua. Mirar al cielo y sentir esas gotitas en su cara, que le impidiesen abrir los ojos. Y quedarse allí sin más durante horas y horas, sin abrir los ojos, sin cerrar su boca, sin dejar de sentir gotas en su piel para recordarle que estaba vivo.
Y tenía que ser un atardecer precioso, para que él no pudiese verlo. Silencio total.

Exigencias.mentalidad infantil, estupidez y pizcas de ironía barata.

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