viernes, diciembre 03, 2010

Sweet December

El miedo se apoderaba, una vez más, de sus ya cansados huesecillos. Diciembre había llegado marcado por un poderoso frío solo caldeable con el tacto suave de sus mejillas o sus manos, pero mientras que ella no estaba, el frío se apoderaba de él, de sus manos, de sus piernas y de su cara, la cual se ponía roja.
Ahora mismo no tenía fuerza, solo un profundo dolor que narcotizaba su boca. Maldito dolor de muelas. Se le habían evaporado hasta las ilusiones, aunque él, consciente de que el dolor se iría y todo volvería a ser normal no se preocupaba demasiado y únicamente se limitaba a escuchar una triste melodía sombría en sus oidos y a disfrutar de un olor dulzón y casi empalagoso que le llegaba de la cocina.
Todo es tan... frágil. Como un zapatito de cristal, pero ella era aquel zapatito que volvía cada noche diferente. Tenía su toque, su fragilidad, su esencia, en resumen: su magia.


Hello, December (Welcome, cold hands)

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