lunes, marzo 15, 2010

Sweet seventeen

15 de Mayo (noche) de 1997

La observaba en silencio durante horas, la acompañaba en el autobús, la miraba mientras trabajaba frente a la pantalla de un ordenador con la taza de café que él le regaló siempre en la mano, la esperaba pacientemente bajo la lluvia mientras ella quedaba con sus amigos, la acompañaba a comprar comida, y, aunque en un principio lo adorase, ahora odiaba verla aún sonreir cuando compraba aquel chocolate que a él tanto le gustaba. Por las noches, cuando ella se echaba en la cama de matrimonio ahora solo ocupada por su frío cuerpo, él se arrodillaba al lado de su cara cubierta de lágrimas, y esforzándose con todo el dolor de su corazón trataba de frenarlas, de impedir que ella llorase por él ni una sola lágrima más.
Al ver que no lo conseguía él se ponía en pie, se echaba a su lado sin abrir la cama y la abrazaba, de pronto como haciendo magia ella paraba de llorar, no le miraba, solo cerraba los ojos y trataba de acompasar la respiración a otra inaudible, pero que ella sabía cada noche que le permitía conciliar el sueño.
Y allí estaba él, junto a ella, calmandola y haciéndola descansar cada noche de su vida, viéndola perder su juventud entre recuerdos de ellos dos. Cuando ella se dormía y su respiración era prácticamente dependiente de la de él, abandonaba la posición a su lado y se levantaba de la cama.
Se puso frente al espejo y, aunque sabía que solo él se veía reflejado, se contempló unos minutos. Tenía la misma ropa que el día que había muerto, aquel pantalón negro, aquella camiseta negra, aquella americana del mismo color. Y los zapatos con los malditos cordones demasiado apretados llevaban años haciéndole daño sin que él pudiese hacer nada.
El único cambio en su cuerpo eran aquellas alas negras que salian de su espalda, con un tacto dulce que seguramente a ella le hubiesen gustado. Eran ligeras como si no llevase nada, pero le concedian, al contraste con su piel clara y su pelo rubio desordenado, un aspecto fantasmagórico.
Se pasaba la noche entera observandolas maravillado, para al día siguiente, cuando ella comenzaba a abrir los ojos, situarse a su lado para ser un día más




su ángel de la guarda.

3 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=Q7Em4fUOrZo&feature=fvst
    Exactamente♥
    todos deberiamos de tener un ángel de la guarda,vivo o muerto,y tu deberias de seguir la historia, pero que no fuera tan triste,podria volver o ella verle, nadie se merece esa tristeza,aunque sea lo mas bello del universo,ver como dos personas se aman sin medida, y sin inconvenientes. Es mágico :)

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  2. Te has lucido con este texto , ¿eh? (:
    Beso !

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  3. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa es preciosoooo
    bendito talento el tuyo este texto emociona mucho ^^

    y estoy con leaving tienes que continuar la historia *___*

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